Empiezas a ir al gimnasio y tras unos meses has avanzado algo pero llegas a una meseta y te estancas. Por más horas que pasas entre máquina y máquina, no te pones más fuerte, ¿qué falla?
Empiezas una dieta, bajas algo de peso, pero rápidamente te estancas, y es más, en el momento en que te la saltas lo más mínimo, vuelves hacia atrás, ¿qué es lo que no funciona?
Montas un negocio, como buen emprendendor te estás hinchando a trabajar, pero las ventas salen con cuentagotas, te entran las dudas sobre si será viable o no, ¿cómo puedo darle la vuelta a la tendencia?
Empiezas a trabajar en tus objetivos personales, pero te das cuenta de que las cosas no te salen como tú querías, e incluso tú mismo, por razones que no terminas de entender, te autosaboteas, te invade la apatía o tiras la toalla antes de tiempo, ¿qué ha sucedido?
En general, cuando tienes un objetivo y un método pero no te funciona, ¿has pensado que lo que te pueden fallar son los fundamentos?
Fundamental vs Accesorio
Lo que sucede es que muchas veces intentamos empezar la casa por el tejado.
Y sin unos cimientos sólidos, será difícil que lo que construyas se sostenga.
Todos conocemos el tópico del que se zampa un donut, y se pide el café con sacarina. El ejemplo ilustra bien la diferencia entre lo fundamental y lo accesorio.
Lo fundamental es lo principal, lo básico, lo que te va a dar la mayor parte de tus resultados.
Lo accesorio es lo secundario, aquello que puede ser útil en un momento determinado, pero que por sí sólo no te aporta grandes resultados.
Cuando buscamos lo accesorio nuestro foco se dispersa.
Cuando trabajamos lo fundamental nuestro foco se concentra.
Sobre los cimientos podemos construir una casa completa, hasta con bonitas tejas de colores y marcos de diseño en las ventanas, si queremos. Pero si empezamos la casa por el tejado, seguramente no conseguiremos una estructura muy estable.
Comienza por lo Fundamental
El Principio de Pareto o regla del 80-20, aplicado a tus esfuerzos, predice que la mayoría de tus resultados vendrán de una minoría de tus actividades, y que una mayoría de tus actividades te producirán una minoría de resultados.
Los porcentajes del 80-20 son aproximados y dependen de cada caso específico. La clave está en encontrar cuáles son las actividades que te ofrecen mayores resultados en proporción al tiempo y esfuerzo dedicados en cada una de las áreas de tu desarrollo, y que además te permitirán un desarrollo estable y sostenido. Esos serán los fundamentos.
Y lo útil es comenzar por los fundamentos.
¿No conoces a nadie que se haya puesto a emprender y lo primero que se ha hecho han sido las tarjetas de visita o la página de facebook? ¿Crees que es fácil que la gente te compre o te contrate desde una red social? (Una pista: facebook tiene un porcentaje bajísimo de conversiones en ventas.)
Si quieres empezar por los fundamentos de montar un negocio, tendrás que tener:
1 – un producto o servicio que la gente desee adquirir
2 – una manera eficiente de venderlo
Si no tienes estas dos cosas, ya puedes tener las tarjetas de visita más flipantes o el blog más espectacular de tu nicho, que tu negocio no levantará cabeza. Porque sin un producto o servicio que la gente tenga interés en adquirir, y una estrategia para comunicar el valor de tu producto o servicio, tu negocio no será viable, porque si no vendes no ingresas y si no ingresas te hundes.
Con respecto al desarrollo físico, también confundimos muchas veces lo fundamental y lo accesorio.
En nuestra nutrición a veces nos centramos en lo accesorio: intentar comer todo tipo de productos mal llamados light, o en contar calorías sin tener en cuenta qué tipo de calorías.
Las papas fritas light,
qué gran invento para ponernos cochinos
con la conciencia tranquila
Para desarrollar los fundamentos de una nutrición sana y saludable tendremos que reducir el consumo de hidratos de carbono refinados (de alto índice glucémico) y sustituirlos por hidratos de carbono simples (de bajo índice glucémico), reducir el consumo de grasas saturadas y cambiarlas por grasas poli y monoinsaturadas, y reducir también la sal y los fritos, cambiándolos por comida más fresca y cruda.
En el ejercicio físico muchas veces nos vamos a lo primero que se nos ocurre: salir a correr un buen rato, o ir al gimnasio a machacarnos en cuanta máquina nos encontremos. Ponernos a hacer pesas sin tener la coordinación o la flexibilidad adecuada para hacer los ejercicios nos puede incluso llevar a hacerlos en mala forma y lesionarnos.
Los fundamentos del ejercicio físico consisten en contruir una base solida, una buena aptitud física general (resistencia, fuerza, capacidad aeróbica, flexibilidad y coordinación). Una vez puesto a punto nuestro físico, si queremos, podemos trabajar algunos aspectos específicos, con mejor base y mayor seguridad.
Así en las distintas áreas de nuestro desarrollo podemos determinar qué es lo fundamental y centrarnos en eso. Luego podremos añadir todas las florituras que queramos.
¿Cómo sé qué es lo fundamental?
¿Te acuerdas del Maestro Miyagi? ¡Dale al Play!
Dar cera, Pulir cera… con esto Miyagi enseñaba a Daniel-San los movimientos fundamentales del kárate.
Busca a alguien que ya haya conseguido los objetivos que tu deseas…
… y a ser posible que también haya enseñado a otros muchos…
… y que mucha gente haya conseguido sus objetivos aprendiendo de él.
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Aquello que tu mentor machaca insistentemente, seguramente sean unos buenos fundamentos para tu aprendizaje.
Poco a poco, según vayas aprendiendo y desarrollando una capacidad, tú mismo serás capaz de abstraer y separar de forma intuitiva lo fundamental de lo accesorio.
Los Fundamentos del Desarrollo Personal
Con los pies en el suelo. Sobre una base sólida.
Por supuesto en el Desarrollo Personal también nos encontramos de vez en cuando con que nos perdemos en lo accesorio.
Como esta es mi especialidad, déjame que te cuente lo que yo considero que son los fundamentos del Desarrollo Personal.
Puedes hacer muchísimas cosas, y al final del día darte cuenta de que no has hecho nada productivo.
O puedes montar un sistema de organización GTD (Getting Things Done) técnicamente perfecto y darte cuenta de que las tareas se te acumulan y estás invirtiendo más tiempo en gestionar tus listas de tareas que en realizarlas.
O puedes ser tremendamente productivo y conseguir tus objetivos, y darte cuenta, una vez conseguidos, de que no te han hecho más feliz.
La diferencia es que el desarrollo personal es tu propio crecimiento. Es el camino que eliges en tu vida. Y tú no quieres hartarte de hacer cosas para despertarte una mañana pensando que la vida que tienes no es la vida que quieres.
Como la persona que ha prosperado y ha llegado lejos en su trabajo y descubre que eso no le satisface (la típica crisis de mediana edad).
O el que de repente se da cuenta de que su vida personal es un teatro, que es sólo fachada para aparentar pero que no tiene una conexión profunda con su familia y sus amigos.
O que aquellas cosas que has conseguido en abundancia (ser muy famoso, ganar mucho dinero o ligar mucho) no sólo no te han hecho feliz sino que se han convertido en una adicción: si dejas de conseguirlas o crees que puedes perderlas, te sientes fatal.
A veces te puede ser útil dar un paso atrás y plantearte: ¿para qué quiero yo todo esto?
Te puede interesar volver a los fundamentos para que tu desarrollo personal esté alineado con lo que realmente quieres y deseas.
Antes de ponerte a completar tareas sin ton ni son, tienes que tener claro cuáles son las tareas fundamentales que vas a hacer. ¿Y cómo sabes cuáles son? Teniendo tus objetivos claros.
Y antes de marcarte una miríada de objetivos claros, piensa para qué quieres conseguir esos objetivos. Quieres ganar 5.000 $/€ al mes, ok, bien, el objetivo está clarísimo, pero ¿para qué? ¿de qué forma te va a hacer esto más feliz?
Muchas veces nos ponemos objetivos para tapar una herida que tenemos dentro. Por ejemplo ganar mucho dinero para sentirnos poderosos o seguros, o ligar mucho para sentirnos atractivos. Eso es porque dentro de nosotros tenemos una inseguridad que nos lleva a plantearnos este objetivo.
Cuando nuestra autoestima depende de nuestros resultados, querremos hacer muchas cosas para obtener más resultados y estar bien con nosotros mismos. Cuando nos irrita que el mundo no sea como debería ser, malgastamos mucha energía en querer cambiar el mundo en lugar de aceptar las cosas como son.
Una mente limpia y unas emociones limpias te libran de la neurosis, de los procesos mentales que distorsionan tu percepción de la realidad. En ese momento puedes definir los objetivos que quieras trabajar de verdad, no para sobrecompensar ninguna inseguridad interna sino porque realmente son importantes para ti.
(Y una pista, en mi experiencia los objetivos realmente importantes no suelen estar centrados en uno mismo, suelen ser más trascendentes, más relacionados con algo que consideras que es más importante que tú mismo).
Mientras te duela algo dentro, no sabrás si las cosas no te terminan de salir porque son difíciles, porque no estás haciendo lo adecuado, o simplemente porque alguna herida interior te está poniendo la zancadilla.
En mi opinión, es fundamental tener la mente clara y sana antes de poder avanzar en tu desarrollo, antes de poder dedicarte a otra cosa como encontrar trabajo, montar un negocio, hacer funcionar una relación, tomar una decisión importante…
Una vez que tienes claros tus objetivos realmente importantes, aquí ya puedes determinar cómo conseguirlo, aprendiendo de los que ya lo hayan conseguido, y siguiendo los pasos de un método de éxito. Dar cera, pulir cera 🙂
Y una vez que sepas cómo se hace, sólo queda pasar a la acción y ponerte a hacerlo.
Aquí es importante saber distinguir entre foco en el proceso y foco en los resultados. De esto hablaremos en un próximo artículo.
Os dejo con un texto de YOHAMI (original) que para mí describe perfectamente cuál es el verdadero fundamento del desarrollo personal:
Cuando siento el vacío, mi tarea es sentir el vacío
No taparlo, ni evitarlo, ni rellenarlo rápidamente ni negarlo ni intentar escapar de él, sino sentirlo, profundizar en esas emociones y encontrar la grieta.
Encontrar y aceptar la existencia de la grieta, ser consciente y observar la grieta, inicia un proceso donde mi propio cuerpo la sana, igual que sana cualquier otra herida cuando provoca dolor.
Entonces mi propio cuerpo llena el vacío con amor por mí mismo, como estaba lleno antes de que se produjese la herida.Vuelve a un estado original.
Nota mental del día: encuentra la grieta + llena tu propia taza
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Imágenes: Cat on a Roof por Luciano-Avila, Feet on the Ground por Christian Bardenhorst
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