Imagina que un día me da por ir al gimnasio. El de mi barrio, un gimnasio normal al que va mucha gente que no conozco.
Y me da por dejarme la bolsa con todas mis cosas en mitad del vestuario. Sin guardar en la taquilla ni nada. No porque me despiste, sino porque me da la gana.
Además, abierta, que se vea bien que he dejado allí dentro el móvil, el reloj y, ¿por qué no? también el portátil que me lo he llevado ese día.
Y ahora me voy a entrenar un par de horitas, despreocupándome totalmente de las cosas que me he dejado en el vestuario.
¿Qué crees que es posible que suceda?
Si tu respuesta es parecida a:
“es posible que cuando vuelvas no estén la mitad de tus cosas”
entonces piensas como yo, que hacer esto es una irresponsabilidad.
Puedes tener suerte y que la primera persona que llegue y vea tus cosas, las coja y las entregue en recepción. Y con las mismas puedes tener mala suerte y alguien que ve tus cosas decide quedárselas.
Imagina ahora que efectivamente me roban, y por casualidades del destino detienen a quien se ha llevado mis cosas, y vamos a juicio, ¿crees que el juez me culparía a mí?
Probablemente no, culparía a quien se ha llevado mis cosas.
Pero seguramente si a mí me echase una mirada en plan “pero a quién se le ocurre”, creo que nadie se lo reprocharía.
En nuestra vida personal sucede exactamente lo mismo: nos vamos a encontrar con muchas cosas que no son culpa nuestra, pero siguen siendo nuestra responsabilidad.
Culpa vs Responsabilidad
- La culpa es la imputación de las consecuencias de un acto a quien lo comete.
- La responsabilidad es la capacidad u obligación de llevar un proyecto a buen termino.
Es decir, la culpa de las cosas es de quien las hace (u omite hacerlas). De aquél por cuya conducta han sucedido los hechos. Y punto pelota.
Mientras que la responsabilidad es la capacidad de que las cosas salgan de una determinada manera u otra. Y hacerte responsable normalmente es una elección.
Por ejemplo si alguien me insulta, es culpa suya, porque es él quien me ha insultado.
Ahora, cómo yo me lo tome (puedo indignarme y enfadarme; puedo entristecerme y deprimirme; puedo insultarle de vuelta o puedo pasar del tema), ¡ojo! ahí sí tengo yo mucho que decir.
Yo puedo aceptar la responsabilidad de decidir cómo me siento ante este insulto. Y por supuesto de cómo actúo ante este insulto. Qué hago y qué digo.
O puedo no aceptar esta responsabilidad, reaccionar como me venga en gana y luego echarle la culpa al otro. Y tendré razón, porque al final, es el otro quien ha empezado.
¿Culpabilizar a la Víctima?
Dado que este artículo va de asumir tu responsabilidad personal, alguien me podría decir en este punto:
“Miguel, estás culpabilizando a la víctima”
Me gustaría dejarlo claro, porque no quiero tener que estar rebatiendo esto en todos los comentarios:
En una agresión, la culpa siempre es del agresor.
En una agresión, la culpa siempre es del agresor.
En una agresión, la culpa SIEMPRE es del agresor.
Si estás en una relación de maltrato, la culpa es del agresor físico. Si estás en una relación de codependencia la culpa es del agresor psicológico. Si te roban, la culpa es del que roba. SIEMPRE.
Eso no quiere decir que tú no puedas asumir tu responsabilidad. Si está dentro de tus capacidades y si así lo deseas.
Pero claro, ahora podría alguien decirme:
“Da igual, estás llamándolo de otra manera, estás responsabilizando a la víctima, porque estás diciendo que si hubiese actuado de otra forma, la agresión no habría sucedido”.
Y aquí tengo que realizar una distinción sutil:
Sólo Tú puedes Asumir tu Responsabilidad Personal
Existen responsabilidades que no son personales y que tenemos que asumir.
Por ejemplo tenemos Responsabilidades Profesionales.
Un policía tiene la responsabilidad de custodiar su arma reglamentaria. No puede llegar y decir “señor juez, es que estaba yo mirando pa otro lao y vino el ladrón y aprovechó el despiste pa quitarme el arma“. ¿Qué crees que pensaría el juez? ¿Crees que le dejaría irse de rositas?
Un cirujano tiene la responsabilidad de realizar una técnica quirúrgica correcta. No se puede ir dejando las tijeras y los algodones en las tripitas del paciente, si no quiere verse enfrentado con una demanda por mala praxis. “Señor juez, es que llegaba tarde, que había quedao con los colegas pa ver el partido” … déjame pensar… tampoco creo que cuele.
También existe la Responsabilidad Civil y la Responsabilidad Penal. Si coges el coche con bastantes copas encima y le das un tortazo a otro coche, tu seguro no se hace responsable (te toca a ti), y a partir de 0.61 de alcoholemia es delito penal. “La culpa fue de mis amigos que me lían, me lían” puede ser verdad, pero no creo que le valga tampoco al señor juez.
Y en cualquier caso la única disculpa que vale es, si después de una noche de borrachera te despiertas con un desconocido/a al lado, es coger la guitarra y cantarle que la culpa fue del cha cha cha:
Hay diferentes situaciones en nuestra vida en las que adquirimos un deber y nos pedirán responsabilidades por ello.
Si tu jefe te encarga la responsabilidad de un proyecto, es tu deber profesional llevarlo a cabo aunque haya factores externos a ti que lo condicionen, quizás la culpa sea de los proveedores que te han entregado el material tarde, pero la responsabilidad seguirá siendo tuya.
Tu jefe, la sociedad y la ley te exigirán reponsabilidades por tus acciones profesionales, civiles y penales.
¿Pero quién puede exigirte responsabilidad por tus acciones personales?
¿Quién te va a pedir explicaciones de por qué no haces deporte, por qué no comes sano, por qué no avanzas en tus proyectos o por qué sigues rebozándote en pensamientos y procesos emocionales tóxicos que únicamente te hacen daño?
Nadie. Sólamente tú.
No hay un jefe en tu vida que te vaya a hacer responsable de tu estado físico, de tu deporte, de lo sano que comes.
No se va a plantar la policía en tu casa para que dejes de fumar ni para que te hagas cargo de tus finanzas personales.
No va a venir el señor juez a ordenarte que escribas una vez a la semana en tu blog (aunque esta a mí igual me molaría).
La única persona que te puede asignar la responsabilidad de tu vida eres tú.
Si yo estoy metido en una relación de codependencia, yo procuraré hacerme responsable, darme cuenta del fangal en que me he metido e intentar salir.
Si tú estás metido en una relación de codependencia, quizás te podría ser útil hacerte responsable, darte cuenta del fangal en el que te has metido, e intentar salir.
Si alguien, una tercera persona, está metida en una relación de codependencia, por ejemplo con una persona que la maltrata física o psicológicamente,
Yo no sé hasta qué punto esta persona es consciente o se da cuenta de su situación.
Ni hasta qué punto esta persona es capaz de cambiarla.
Ni hasta qué punto depende de ella o necesita ayuda para salir.
Jamás en la vida se me ocurrirá culpabilizarla.
Y – si no conozco su situación – jamás se me ocurrirá responsabilizarla.
Porque a priori no sé si la persona es capaz de hacerse responsable.
Porque la única persona capaz de asumir su responsabilidad, es ella misma.
Por eso este artículo es un diálogo entre dos, entre tú y yo.
Yo te digo las cosas de las que yo me hago responsable.
Y te pregunto, ¿hay algo en tu vida de lo que tú consideres que te ayudaría hacerte responsable?
Porque de lo que le pase a Antonito, o a Margarita, o a Manolito, o a Carmencita, ni tú ni yo somos quienes para pedirle responsabilidades.
(Excepto quizás en nuestro entorno familiar más cercano, sí podemos otorgar ciertas responsabilidades a padres/hijos/parejas, para que nuestro sistema familiar esté en equilibrio, pero abriremos esa caja de pandora en otro artículo).
Mi vida es mía, tu vida es tuya, nos encargamos nosotros. Nadie nos va a pedir responsabilidades salvo nosotros mismos.
Y precisamente por eso es tan importante pedirnos responsabilidades a nosotros mismos.
Por eso es tan importante que tú y yo asumamos nuestra responsabilidad personal.
¿Y qué pasa con todos los demás? Entre todos lo que sí deberíamos asumir es nuestra responsabilidad colectiva. Si los políticos que hemos elegido roban es culpa de los políticos, pero es responsabilidad nuestra por haberlos elegido y por dejar que se mantengan ahí impunes. Pero de eso hablaremos en un próximo artículo de Responsabilidad Social.
La personal es tuya y mía, y la de los demás es asunto suyo, sólo de ellos.
Mi historia
Cuando era más jovencito estaba bastante gordo y fofo. Y siempre andaba diciendo, “es que tiendo a engordar”, “es que la culpa es de las tiroides”.
Hasta que un día una amiga me preguntó: “¿estás seguro de que estás mal de las tiroides?”
Me hice un análisis y a mis tiroides no les pasaba nada. Estaba gordo y fofo porque comía fatal y no hacía nada de deporte.
En ese momento para mí se acabaron las excusas.
Sólo quedaba aceptar la responsabilidad de que mi estado físico era consecuencia de mis acciones.
Empecé a comer sano (paleo) y a hacer más deporte (musculación, pilates y crossfit) y, ¡vaya si ha cambiado mi aspecto físico!
Cuando era jovencito no ligaba. Ni mucho ni poco, directamente no ligaba. Hace ya una década descubrí medio por casualidad que la atracción no es casualidad y que a seducir se aprende, como cualquier otra habilidad.
También se me terminaron las excusas y decidí convertir mi personalidad de friki de Big Bang Theory en una personalidad moderadamente atractiva.
Y te aseguro que me costó con tós mis muertos (más que nada, porque hace 10 años estas cosas eran prácticamente desconocidas y costaba encontrar gente para ponerlas en práctica y apoyarse mutuamente). Estamos hablando de años para darle la vuelta a una serie de condicionamientos aprendidos (afortunadamente con la información que existe hoy en día es todo mucho más fácil, suertudos vosotros).
Pero una vez que sé que hay una manera de salir del hoyo, no me queda otra que asumir que está en mis manos. Ahora es mi responsabilidad.
Y podría seguir así con muchas otras. Pero quiero hacer especial hincapié en una que nos afecta a la gran mayoría de nosotros.
La mayor parte de nuestras creencias limitantes viene de nuestra infancia, y sobre todo de nuestros padres.
Puede que no nos queramos incondicionalmente a nosotros mismos porque teníamos un padre o madre estricto que sólo nos mostraba afecto cuando hacíamos las cosas bien.
O puede que pensemos que el mundo es cruel y hostil porque nuestros padres repetían que la vida es muy dura o que no puedes confiar en nadie.
Quizás tengamos creencias limitantes con respecto al dinero, o al sexo opuesto, o a nuestra apariencia física, o acerca de los problemas en nuestra vida, porque nos han machacado desde pequeños con ellos, especialmente en nuestra familia.
Y sí, quizás la culpa fue de nuestros padres.
(O aún mejor, si no lo hicieron con mala intención, puedes incluso utilizar una palabra más neutra:
quizás la causa fueron nuestros padres.)
Pero desde que somos adultos, la responsabilidad es nuestra.
Toma las Riendas de tu Vida
Y ahora ya sí por fin, te animo a tomar las riendas de tu vida.
Te invito a que te adentres en el mundo del desarrollo personal, a que profundices en tu desarrollo profesional, y a que seas – como dice mi amigo Alberto Chavarino – Capitán de tu Destino.
Te animo a que no permitas que las heridas del pasado te lleven a la frustración en el día de hoy.
Te animo a que tus circunstancias pasajeras no detengan tus proyectos.
Te animo a que si el entorno económico no acompaña, busques alternativas. Tu empresa quizás tenga la culpa de haberte despedido o prejubilado, pero tú puedes asumir la responsabilidad de tus ingresos financieros y buscar fuentes de ingresos alternativas.
Es más, te invito a ver el asumir la responsabilidad como un derecho, no como un deber.
Porque si tú no asumes la responsabilidad de tu vida, otros lo harán por ti.
Pero si la asumes, te invito a que no lo veas como una carga, sino como un regalo, porque, como dice mi amigo Ángel Alegre, la responsabilidad personal es el camino a la libertad.
¿Y tu Responsabilidad Personal?
Y ahora te invito a que compartas en los comentarios de qué te vas a responsabilizar en tu vida personal.
Este año a mí me toca responsabilizarme de mis lesiones en el gimnasio (este año, ¡técnica perfecta! ¡sin excusas!) y de cumplir la estrategia que me he marcado para Éxito Personal (¿lograré publicar todas las semanas? ;)).
¿Hay una cosa en tu vida en lo que le echabas la culpa a los demás, o a las circunstancias, y que a partir de ahora va a pasar a ser tu responsabilidad personal?
Imágenes: Mujer Feliz por Jill Wellington; Depression, please cut to the chase por Darcyadelaide; Tengo las Riendas por Felipe Sierra
Excelente artículo Miguel. Me gustaría hacer un apunte al respecto de la responsabilidad personal, puesto que veo que es un concepto que se asocia mucho con ser serio. Tomarte algo en serio y ser serio en algo es diferente, y cuando asumes la responsabilidad sobre tu vida la emoción está más conectada al orgullo y la satisfacción. Es un “olé yo” que consigo lo que me propongo o estoy en ello porque a mi me importa. Y desde este punto se convierte en satisfacción personal con uno mismo, primero, y segundo, es también motivo de orgullo y satisfacción, como diría el de los elefantes, o incluso un referente, para las personas con las que tienes un vínculo afectivo. Restemos seriedad aunque sea importante para un@ mism@, que hay mucho disfrute en asumir las riendas de tu carro, que no me lo robaron anoche cuando dormía, porque tuve previsión de dejarlo bien atao! XD
Muchas gracias por el pedazo de artículo.
Totalmente de acuerdo Vanessa!
Deberíamos tener dos palabras diferentes para “tomarte algo en serio” y para “estar serio”.
Se pueden hacer cosas muy grandes desde la alegría y el humor, se puede tener una vida que aporte y estar muy happy a la vez.
De hecho una de mis frases favoritas es: “La vida es demasiado importante como para tomársela en serio”
Un fuerte abrazo!
Miguel: Gracias por compartir el artículo sobre la responsabilidad. Tengo por favor una pregunta que quizá puede resultar interesante para otros lectores : ¿puede VERDADERAMENTE una persona responsable, volverse irresponsable? Me explico, cuando una persona durante toda su vida ha mantenido una actitud “saludable” en cuanto a sus responsabilidades (vivir, amar, aprender y dejar un legado como dice Stephen Covey), puede ocurrir un evento en su vida para que deje de la lado su “habilidad para responder”? (Responsabilidad = Habilidad para responder) y por otro lado, ¿puede alguien irresponsable volverse verdaderamente responsable?
Hola Irene,
Muchas gracias por tu comentario porque es super interesante, hay varios puntos aquí que podemos ver en detalle.
El primero es la etimología de “Responsabilidad”
En el mundo del desarrollo personal hay muchos mitos, como el de que sólo utilizamos el 10% del cerebro, o que el 95% de la comunicación es no verbal. Estos mitos son incorrectos pero contienen una parte de verdad (como explicamos en el artículo Los Mitos del Desarrollo Personal).
Con Responsabilidad = “Habilidad de Responder” pasa una cosa parecida, es algo que se repite mucho en el mundo del coaching y es sólo parcialmente correcto.
Responsabilidad viene de “re-“: “volver a”, “repetir” y “spondere”: ‘prometer solemnemente’, ‘jurar’, ‘asumir una obligación’. Responsabilidad sería etimológicamente la “capacidad de responder a una obligación” – el matiz destacado es importante, porque si te fijas se suele omitir.
Igualmente de “spondere” vienen también “espontáneo”, “corresponder” y “esposo/esposa”. Fuentes:
http://hispanoteca.eu/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Responsable-responsabilidad.htm
http://etimologias.dechile.net/?responsabilidad
¿Se puede cambiar para asumir responsabilidades?
Rotundamente sí, por mi experiencia propia 🙂 y la de mucha gente que conozco.
En el momento en que eres consciente que determinadas cosas en tu vida dependen en mayor o menor medida de ti mismo, y que a largo plazo tú eres quien determina el éxito o el fracaso de la mayoría de las cosas que te propongas (salvo accidente o imprevisto), se puede “cambiar el chip” y decidir asumir la responsabilidad.
¿Y al revés? ¿Se puede cambiar para dejar de asumir responsabilidades?
Pues en mi opinión también, precisamente por esos accidentes o imprevistos.
Si una persona sufre un revés en su vida, un problema lo suficientemente grande como para que perciba que escapa a su control, puede entrar en estado de indefensión y sentir que las cosas no dependen de sí mismo, que haga lo que haga, no va a valer para nada porque todo va a salir mal.
Este estado de indefensión puede ser muy perjudicial, puede provocar que la persona “suelte las riendas” de su vida, y recurra a evasiones, adicciones, etc. para no tener que enfrentarse a un problema que no se ve, no se siente, capaz de resolver.
Para trabajar con esto ya entraríamos en temas de Resiliencia y ahí tendríamos un mundo por descubrir, así que paso a paso 😉
Muchas gracias de nuevo por tu comentario, Irene, me has dado pie para explayarme agusto 🙂
Espero leerte de nuevo por aquí! Un fuerte abrazo!
Intentaré no extenderme mucho, esta es tu casa, haré el intento, pero es que me gustaría mucho añadir un inciso a este artículo que califico de SOBRESALIENTE. Sin ánimo de abrir ningún debate, ni contradecir al articulo ni mucho menos a ti, maestro, pero me gustaría que se tuviera en cuenta esta posibilidad también en el tema en concreto que voy a nombrar. La de buscar los verdaderos responsables que son los finales (no los intermediarios). Y aquí hay muchos temas y tela que cortar, pero me centraré sólo en el escabroso y de tanta conciencia social como lo es el tema “mujer maltratada”.
Creo que es muy importante y hablo desde el ángulo de una hija y nieta de maltratadores y a su vez, mi propia experiencia que hasta los 35 años no supe que yo era codependiente (ni su significado), ni supe que me estaba maltratando a mí misma por mi erróneo, tóxico y dañino auto-concepto.
Lo que quiero decir es que la persona no es consciente, ni sabe en la espiral de autodestrucción en la que está sumida. Intenté tomar acción. Pasé por 5 consultas psicológicas y dos psiquiátricas con el percal que ello conlleva y salí exactamente igual que entré de todas ellas (y esta fue una búsqueda infructuosa de unos aprox. 15 años en los que las consecuencias para mí, fueron desvaratadoras). Sufrí acoso laboral psicológico por no saber afrontar, ni tener las herramientas emocionales de defensa, más supeditar mi vida al que pasara por allí, perdí un trabajo por el que ahora pagaría por recuperar, termine engordando 30 kilos (y te prometo que ni me enteré de lo que me estaba pasando, como me he reído con lo de la tiroides jajjajaja). Un día me vi en un video y fue donde por primera vez, repito, por primera vez entendí y vi lo que estaba pasand; El retrato de la autodestrucción inconsciente por mi parte.
Tras aprender lo que aprendí (y lo que aún me queda) en temas de desarrollo personal, hoy me encuentro de frente mirándole a la cara a la verdad que bien explicas en este artículo. Hoy. Viví asumiendo el papel de víctima en prácticamente todas las facetas importantes de mi vida. Estaba en bucle. Esperando que alguien viniera a salvarme de aquella/s injusticia/s. Evidentemente nadie pudo, ni supo, en realidad esa llave sólo abre la cerradura cuando uno mismo la empuña. Tuve que toparme con el desarrollo personal, cursos como los que tu impartes que me ayudaron a llegar hasta aquí, una de las metas que todos debemos alcanzar.
Vivía en un espiral de autodestrucción y terminaba con parejas que fomentaban ese espiral de destrucción que yo di por válido y por bueno (creía que el amor era eso, sufrir, llorar, sentirte una puta mierda, que me lo merecía por haber sido feliz en algún momento o que sería insoportable quedarme sola aunque fuera mal acompañada, llegué a pensar que quería morirme sin mi verdugo).
Lo que quiero decir con esto es que cuando aprendes a quererte incondicionalmente, a valorarte por lo que eres y comprendes que eres un “ser completo”, no una mitad buscando tu otra mitad y esas motos que nos vendieron, te sales de esa vorágine de destrucción y en consecuencia YA NO TOLERAS, NI DAS POR VÁLIDOS ciertos comportamientos. Y aquí entramos de lleno en la responsabidad personal de cada quien (claro que lo difícil es salir de esa ignorancia, que me lo cuenten a mi ) y en este caso, aunque suene duro-muy duro y cruel-muy cruel, pasa como con la ley; el desconocimiento de una ley no te exime de la responsabilidad de cumplirla (y en esto también tengo una historia triste que contar. 2 años de prisión (no cumplida porque la persona no tenía antecedentes penales), más 19000 euros de multa (eso sí lo está pagando a plazos). Ese es el precio que pagó un inocente, mas todo el gasto en abogados y recursos, unos 5000 euros más, más el proceso de espera de juicio y de ser culpable sin que se demostrara lo contrario, antes y después del juicio). Lo viví prácticamente en primera persona.
Ni siquiera sé si me explicado bien, o si se me entenderá. Lo que quiero decir es que; Uno no sabe que estaba perdido hasta que se encuentra y que el desarrollo personal; ese aprendizaje vital y la inteligencia emocional; salvan vidas.
El tema de superación personal es un camino por el que pasas por diferentes etapas alumbradoras de descubrimiento. Esta, la que describe en este artículo podría decirse que es la meta a la que deberíamos llegar todos.
Un Artículo de los de Sobresaliente. De los de Verdad Verdadera. Ya me he tatuado todo todito en el alma.
Eternamente agradecida,
Gracias hasta el infinito, Miguel.
Genial Miguel,
no podía expresarlo mejor. Quería hablar sobre esto más adelante. De hecho, esbocé algo en uno de los artículos de mi blog (Ver aquí <- Pelín de spam saludable).
Lo que me gusta de asumir la responsabilidad (aunque a veces cueste) es que si asumes que has sido parte del problema, puedes aportar una solución.
Sabes mejor que yo lo frustrante que puede resultar que "no puedas hacer nada" para cambiar algo que no te gusta.
Buena tarde, me gusto mucho su articulo, de verdad que me ayudo bastante con parte de mi ignorancia del pasado, son ustedes muy expertos.
Solo quiero saber una pregunta porque tengo 2 propositos y se me han hecho imposible cumplirlos, que tecnica debo utilizar para hacerlos realidad, muchas gracias por su información que recibo a diario.
Hola Ysabel, me alegra que te haya gustado el artículo.
Para trabajar con objetivos que no has cumplido, es útil hacerte preguntas para saber por qué no los has cumplido:
* ¿Es porque eran demasiado ambiciosos? Quizás haya que empezar por objetivos más pequeños.
* ¿No encuentras tiempo para hacerlos? Quizás tengas que decidir qué vas a dejar de hacer, para perseguir tu objetivo.
* ¿No te encuentras motivada y te cuesta ponerte a hacerlos? Puede que te tengas que replantear para qué quieres ese objetivo, y si te motiva lo suficiente.
En esta web tienes un artículo detallado sobre como establecer objetivos: Propósitos de Año Nuevo
Te deseo muchos éxitos en tus objetivos, un abrazo!
Miguel hace poco he estado leyendo los artículos de tu blog, y me siento inspirada y motivada, gracias por tomarte el tiempo de compartir tus vivencias.
Este articulo en especial esta muy apropiado para el momento que estoy viviendo ahora mismo y, de hoy en adelante me haré responsable de cuidarme y de sacarle la culpa a mis padres por lo que he dejado de hacer, por que hasta hoy veo de forma clara que hace rato debí haber tomado las riendas de mi vida y dejar de culpar a los demás…
Muchas gracias enithma,
Precisamente ése era el objetivo de este artículo, motivar a cuantas más personas mejor a que tomen las riendas de su propia vida.
Confío en que con este cambio de perspectiva empieces a ver resultados diferentes, ¡y mucho mejores!
Muchas gracias por seguir el blog, espero que nos sigamos leyendo.
Un abrazo!
Miguel, me ha gustado una enormidad tu artículo, comparto al ciento por ciento tu pensamiento, tan sólo añadiría que la coherencia y el sentido común debemos tenerlos muy presentes a la hora de actuar y analizar nuestros actos. Un abrazo.
Muchas gracias por este aporte. Llega a mi vida en el momento perfecto.
Estoy en un momento difícil, pues mi relación de pareja se está debilitando debido a mis celos. Mi pareja puso todo de sí para hacerme feliz, ahora solo está esperando que yo diga si seré capaz de hacerme cargo de mis celos.
Quiero hacerme responsable pero es un sentimiento tan feo (lo sé) que no dejo de sentir. Qué puedo hacer? Quiero hacerlo pero no puedo. Tengo mucha pena….
Muy buen artículo Miguel.
Me gusto muchisimo.
Procurare enlazarlo cuando hable de responsabilidad y de auto-liderazgo para dar a conocer esta sencilla y amena explicación de la diferencia entre culpabilidad y responsabilidad. Ayuda a hacer una mirada hacia a dentro y a identificar esas ultimas situaciones vitales que nos resulto más comodo “ir de victimas” que de “capitanes de nuestro destino”. Vamos, yo al menos identifique dos situaciones de este año que acabamos de cerrar.
Te animo a escribir sobre la “caja de pandora…”
¿Tu como enfocarías el tener una conversación saludable y sin ser muy invasivos con ese entorno MUY cercano que no esta asumiendo su responsabilidad pero si van de víctimas?
Aprovecho el comentario de Jorge para expresar que me ha egustado también la entrada.
Responsabilidad : un concepto que no me canso de colocar detrás cada vez que hablo de todo lo que nos pasa en la vida, cuando decidimos, cuando pensamos que no decidimos… siempre!
Asumirla es, como dice Miguel, tomar las riendas de esta vida. Nadie nos la puede quitar, aunque podemos decidir no tomarla.
Y en la mayoría de los casos, cuando no somos capaces de asir esas riendas, podemos llegar a hacernos conscientes y trabajar para volvernos capaces.
Retomando el comentario de Jorge (por cierto, Miguel, hay un error en el enlace a su web, ¿podrías solucionarlo?), pregunta con sustancia y delicada.
Ante una o varias personas que no asumen su responsabilidad, yendo de víctimas, la forma más saludable que yo encuentro para exponerlo es expresarlo desde nuestra propia vivencia .
Es decir, si es algo que nos afecta, tenemos todo el derecho a decirlo. Si cargar de culpa al otro, pero haciendo ver que su actitud nos toca de alguna manera y nos gustaría que pudiera ocurrir de otra manera.
Si por el contrario, no nos afecta a nosotros, ahí se abre el debate. Cada cual es responsable también de su evolución. Si alguien decide no responsabilizarse de su vida, no podemos hacer nada. Seguremente habrá suficientes consecuencias de sus actos como para que se dé cuenta de que algo no va bien. Y es probable que cuando esa persona no esté escuchando esos mensajes, tampoco quiera escuchar a nadie más. O incluso que reaccione de forma negativa.
Espero haber comprendido bien tu pregunta, Jorge.
Sin embargo, escribir y ofrecer toda esta información es un gran paso, ya que cuando esas personas estén preparadas, podrán acceder a ella. Y es por eso que se agradece el trabajo que ha hecho Miguel con este post (y tantos otros), que no he dudado comentar en una de mis últimas entradas.
Un saludo
Hola! Me encantó tu articulo. Tiene las palabras y ejemplos precisos. En un proyecto me dejaron exponer sobre la Responsabilidad con uno mismo.
¿Has estudiado Oratoria? Si/No Ayudame para usar esa confianza sobre el tema, por favor
Hola Eduarda,
Muchas gracias por tus palabras, me alegra que te haya gustado el artículo 🙂
Sí que he estudiado oratoria y me encanta hablar en público, es una de mis actividades favoritas.
Aunque no entiendo muy bien lo que me preguntas, creo que puede ser acerca de desarrollar confianza para hablar en público. Es un tema que quiero trabajar en el futuro, porque hace mucha falta: hoy día poder transmitir nuestro mensaje a una audiencia es una habilidad muy necesaria y útil en prácticamente todos los ámbitos.
Espero próximamente poder tratar este tema en detalle, aquí en Éxito Personal o en una web pararela específica para habilidades de comunicación.
Un saludo,
La verdad que me ha gustado muchisimo la entrada, de normal no suelo comentar para agradecer lo escrito, pero esta vez me animo.
Buen post
Muchas gracias por tu comentario Latesha,
Me alegra que te haya gustado el artículo y espero que nos sigas leyendo y que los siguientes sean también de tu agrado.
Un abrazo y hasta pronto!
Hola buenas tardes, he leído un poco tu artículo y me parece de gran ayuda tienes un documento interesante y sé que le sacaré provecho, por otro lado me parece que eres costeño por tus dichos que mencionabas anteriormente bueno supongo jejeje. De todas maneras felicitaciones y gracias por este gran aporte.
Cuando tenia menos de 10 años solia ser dicharachero me gustaba contar anecdotas ,hubo una vez que en mi propia casa se pasaron burlandose por lo que habia contado, luego con el pasar de los años ,evitaba hablar.Ahora tengo 26 años y aun sigo con un minima comunicacion con los demas .Claro y ganado mucha soledad y depresion , y no me gusta la vida que llevo pues limitada en todos los aspectos.¿Que deberia hacer ?