¿Qué te parecería aprender UNA habilidad que te permitiera mejorar masivamente la calidad de casi todo lo que haces?
Esto incluye cualquier tarea, cuaderno o conjunto de apuntes que escribes para el colegio, cualquier artículo o post de blog que publicas online u offline, cada email importante que envías, cualquier proyecto de investigación o portfolio que creas, cualquier entrevista de trabajo o presentación que preparas… todo esto y más.
Suena bastante bien ¿verdad?
Este post va sobre la atención al detalle – que vamos a llamar “meta-habilidad”. Otros términos más imprecisos para meta-habilidad – si estás redactando un currículo o entrevistando para un trabajo – podrían ser habilidad “transferible” o “indefinida”.
Y aunque este tema pueda resultar poco atractivo (o al menos no tan guay como hablar sobre echar un polvo, colonizar Marte o probar técnicas de meditación para alterar tu mente) lo cierto es que si realmente quieres comprender tus dones y devolverlos al mundo de la mejor forma posible, una gran parte de este proceso va a ser aburrido, monótono y poco atractivo.
Así que hablemos de meta-habilidades. ¿Qué es exactamente una meta-habilidad?
Si pensamos en este aspecto del desarrollo/mejora personal dentro de un intervalo, aparecería más o menos así:
Como puedes ver en este gráfico de diseño profesional:
Hacia la izquierda están las cosas que te ayudan en un amplio rango de circunstancias y campos vitales, y a la derecha las cosas que te sirven de ayuda de maneras específicas y solamente en determinadas situaciones. Las meta-habilidades están en torno al punto central en términos de utilidad.
Espero que esto tenga sentido – vayamos ahora al tema central de debate:
¿Qué es la atención al detalle?
La atención al detalle podría también haberse llamado “meticulosidad”. Significa estar con plena atención a los detalles sobre lo que estás trabajando…
¿Pero qué es esto realmente?
Realmente es una combinación de dos cosas. Podemos dividirla en sus dos componentes principales:
- Ir a un ritmo moderado (y especialmente no apresurarse)
- Repetición (comprobar una y otra vez)
Vamos con ellos de uno en uno:
Ir a un ritmo moderado (No apresurarse)
En un mundo ideal, todo el trabajo sería hecho tan rápido como fuese posible sin que la calidad deseada se viera comprometida.
Y aunque no vivimos en un mundo ideal, esto es normalmente lo que intentamos. “Tan rápido como sea posible sin que la calidad deseada se vea comprometida” no significa necesariamente ni siquiera rápido – de hecho realmente podría ser bastante lento. Dependerá del individuo, el trabajo, las capacidades requeridas y demás.
Esto intuitivamente tiene sentido, pero no siempre es fácil ponerlo en práctica. A menudo, la razón por la que una persona pone en compromiso el nivel de calidad deseado (ya sea por sí mismo o por cualquier otra persona) es porque está yendo demasiado deprisa.
Cuando una persona va deprisa es normalmente debido a una o ambas de las siguientes razones:
- No le gusta el trabajo en sí
- Está pensando en lo que hará después, una vez termine su tarea actual
Las meta-habilidades son una forma efectiva de cuidar el jardín de tu mente
Aquí tenemos un ejemplo:
Digamos que estoy estudiando en la biblioteca, leyendo un tema que realmente no me gusta. Es aburrido, completamente sin interés –y lo que es más, sé que iré al gimnasio en cuanto termine esta lectura.
Sigo pensando en el gimnasio y en cómo me voy a sentir entrenando – y me estoy centrando principalmente en lo mucho mejor que va a ser respecto a lo que estoy haciendo ahora. Así que empiezo a leer más rápido, ojeando páginas por encima y saltándome párrafos, porque sé que cuanto antes acabe, antes me podré ir al gimnasio.
Probablemente hayas estado en situaciones similares. Puede que no sea un entrenamiento lo que estás esperando, pero sí salir esta noche de fiesta o quedar con una chica. En cualquier caso, tu mente está centrada en algo que está por ocurrir en el futuro y que esperas que sea mejor que lo que estás viviendo ahora.
Esto provoca que te apresures, cometas pequeños fallos y pierdas atención a los detalles.
¿Cómo lo arreglamos?
La solución está clara, pero también es más fácil de decir que de hacer.
Para evitar acelerarte de esta forma, tienes que cazarte a ti mismo cuando tu mente esté centrada en un acontecimiento por llegar y llevar tu atención de vuelta a la tarea presente.
La mejor manera de pillarte a ti mismo en estos momentos es simplemente siendo consciente de cómo te sientes cuando estás trabajando.
El trabajo no debería sentirse apresurado –debería sentirse moderado, o incluso apacible. Aún así podría rápido, pero no apresurado – existe una gran diferencia entre rápido y apresurado.
Si te notas sintiéndote apresurado, entonces sé consciente de en qué está tu mente centrada en ese instante. ¿Estás pensando en lo que harás después? ¿En algo del futuro que será mejor que lo que estás haciendo ahora?
Si es eso, redirecciona tu atención sobre la tarea en curso.
Esto es más difícil según lo centrado que estés en esa actividad futura, y es más duro cuanto menos te guste la tarea en la que estés trabajando.
No obstante, la resistencia respecto a una tarea es solamente el monstruo que tu mente está creado. Hacer la cosa en sí misma raramente es tan malo –lo que es malo es la historia que te cuentas a ti mismo sobre ella. Recuerda que cuando te captes a ti mismo apresurado, re-introdúcete en la tarea y la mayor parte de la resistencia desaparecerá.
Así que este es el primer componente de la atención al detalle –moverse a un ritmo moderado, signifique esto lo que sea para ti en relación al trabajo –y, definitivamente, no ir demasiado rápido.
Repetición (Comprobar una y otra vez)
El segundo aspecto de la atención al detalle es analizar tu trabajo, una y otra vez. Revisar repetidamente algo para asegurarte de que cumple con el nivel de calidad deseada.
Cuanto mejor seas trabajando a un ritmo moderado (componente 1), menos necesitarás revisar repetidamente, porque cuando no te apresuras la primera versión siempre estará más cerca de ser el producto final.
Veamos otro ejemplo:
Imagínate que te estás preparando para hacer un viaje. Estás haciendo tus maletas y no quieres olvidar nada.
Hay que tener presentes muchas cosas – ¿qué va a evitar que te olvides de algo importante?
Revisar una y otra vez, para asegurarte de que lo llevas todo.
El número de veces que tengas que revisar debería estar en relación con la importancia del asunto –si es un viaje para acampar dos días y te olvidas de algo, no sería nada grave. Pero si estás haciendo las maletas para un viaje de seis meses alrededor del mundo –¡será mejor que las revises unas cuantas veces más!
Cuantas más veces compruebes, más incrementas las probabilidades de darte cuenta de algo que hayas pasado por alto antes, y más reduces la posibilidad de cometer errores.
Comprobar = Disciplina
A nivel básico, la comprobación repetitiva va ligada a la disciplina. Es probable que necesites comprobar las cosas más veces de las que quieres – y esto es precisamente la disciplina; obligarte a ti mismo a hacer cosas que no deseas hacer.
Puedes utilizar la comprobación repetitiva también para fortalecer tu disciplina en un sentido amplio. Asume la actitud de hacer siempre ese “un poco más” extra. Simplemente, comprueba una vez más.
Cuando estés 100% seguro de que algo está donde quieres que esté… simplemente revísalo una vez más. Cuando pienses que ya has terminado… realmente estás casi acabando porque todavía necesitas revisarlo una vez más.
Así es como se consigue la disciplina – superando tu propia resistencia un poquito más cada vez. Esto es lo que te permite progresar, y con el tiempo se convierte en un hábito cuando lo practicas con consistencia.
Un ejemplo más para ilustrar este punto:
Cada vez que saqué buenas notas en los test o exámenes de la universidad (90%+) fue siempre por UNA cosa que hacía por encima de cualquier otra: leer mis apuntes repetidamente, una y otra vez.
Tenía páginas y páginas de anotaciones simples escritas en bolígrafo negro y simplemente las leía una y otra vez. No usaba sofisticadas técnicas de estudio, mapas mentales, leyendas de color o ninguna otra cosa parecida –y obtuve mejores notas que mucha gente que empleaba estas técnicas.
¿Por qué? Simplemente por repetición y disciplina. Decidía un número, digamos diez o veinte, y me mantenía leyendo los apuntes hasta que alcanzaba ese número. En mi experiencia –siempre y cuando tus apuntes sean buenos– este es el “método” de estudio que funciona mejor que cualquier otro.
Concluyendo…
Aunque no es súper complicado – como puedes ver – pienso que resulta útil analizar las cosas de esta forma.
A menudo, cuanto más analíticos nos volvemos, mejor somos capaces de entender algo en relación a nosotros mismos. De esta manera podemos identificar nuestros puntos débiles, afrontarlos consecuentemente, optimizar más efectivamente nuestras fortalezas y así sucesivamente.
Resumiendo, la atención al detalle es:
- Ir a un ritmo moderado (y especialmente no apresurarse)
- Repetición (comprobar una y otra vez)
Combinar juntas estas dos cosas te permitirá captar pequeños errores y gestionar los detalles de lo que estés trabajando – en otras palabras, prestar la atención adecuada al detalle.
Esta meta-habilidad te será útil cuando la cultives en múltiples aspectos de la vida. La clave es ponerla en práctica – y según la vayas empleando, verás que la calidad de todo lo que haces irá aumentando.
¡Buena suerte!
Artículo original: How to Use Attention to Detail to Improve the Quality of Everything You Build and Make por Aaron Simon
Traducción: Luis Bermer
Imágenes: Focus por Michael Dales, Crazy Garden at Back of Shop por Bing Tan
Damos la bienvenida a Aaron a Éxito Personal con la traducción de este artículo que me parece excelente y de una utilidad muy práctica.
Lo único que añadiría es que puedes eficientar muchísimo la parte de las comprobaciones utilizando las Listas de Comprobación o Checklist. Aquí tenéis una guía de cómo hacer y utilizar las Checklists:
http://www.exito-personal.com/checklist/
Muchas gracias Aaron, y hasta pronto!
Interesting points. I have always liked the use of mind maps for studying and learning, however, your own keynotes are an excellent recognised method of learning materials.
Hi there Meg! Great to see you around!
It seems writing down your keynotes helps you to retain information, and also your brain has an easier time recognizing your own handwriting instead of someone else’s, so there’s twice the benefit: when you write your keynotes and when you read them again 🙂
Mind maps are wonderful, and also for me it’s great to explain what I’m learning to someone else. It forces on you a reality-check about whether you really understand it or not.
Thanks for visiting our blog! Cya around, Meg!
Buenas,
Estoy buscando un coach personal para ayudarme en mi desarrollo personal y laboral ya que ando con dificultades para progresar. Me nombraron tu proyecto, pero veo que estan en España, busco algo en Argentina. Alguna sugerencia?
PD: Muy interesante el contenido del blog!!!!
Wow genial,
Hace poco leí que un escritor americano de mucho éxito era mediocre en su primer “draft” pero lo que lo hacía tan bueno era la repetición, pasaba mucho más tiempo reescribiendo que escribiendo sus libros.
Saludos.