Horacio
¡Se me va el tiempo volando! Cuántas veces se nos van los días pensando que no hemos hecho nada de provecho, que nos tendría que haber dado tiempo a hacer muchas otras cosas. Y otras veces cuando estamos sobrecargados de tareas para hacer, parece que no hay tiempo suficiente en el día para hacerlas todas. O intentamos hacer todo lo que podemos lo más rápido que podemos y terminamos agotados antes de tiempo. ¿Cómo podríamos enfocar el día de forma que le sacásemos el máximo partido?
Conquistar el día consiste en aprovechar el día para sacarle el máximo rendimiento. La mejor forma de conquistar el día es comenzar el día con inercia y organizarnos para aprovechar al máximo nuestra energía y nuestro tiempo.
Inercia
La inercia es la clave para conquistar el día. ¿No os ha pasado nunca que os levantáis tarde, llegáis tarde al trabajo, no tenéis ganas de hacer mucho, os tomáis un café, os entretenéis con algún periódico o con internet, y ya os han dado las diez de la mañana? Empezáis a hacer algo con desgana y os distraéis con cualquier cosa que os interrumpa. Ya es la una, casi la hora de ir a comer, se nos ha ido la mañana y no hemos hecho nada. Por la tarde nos pasa algo parecido. Y cuando nos damos cuenta se nos ha ido el día y no nos ha cundido lo más mínimo.
Y pasa igual los fines de semana cuando queremos aprovechar para hacer la compra, tareas de la casa, aquél proyecto personal que tenemos olvidado… al final se nos van los días, las semanas y los meses y no hemos hecho ni la mitad de las cosas que queríamos hacer.
Crear inercia consiste en comenzar con decisión y energía y entrar en una dinámica de productividad que nos será más fácil mantener a lo largo del día. Es mucho más fácil empezar con ganas y mantener ese ritmo, que intentar arrastrar un ritmo mediocre a lo largo del día entero.
Vamos a ver cuáles son las claves para crear y mantener tu inercia a lo largo del día.
Maximiza tu Energía
Es importante disponer de la mayor cantidad de energía posible, ya que de lo contrario no podremos crear esa inercia necesaria para aprovechar el día. Si nos esforzamos cuando nuestra energia es escasa, lo que conseguiremos será agotarnos pronto y terminar quemados. De la energía hablaremos más en otros artículos, aquí mencionaremos las claves para estar rebosantes de energía, que aunque deberían de ser obvias, la gran mayoría de la gente las ignora con gran frecuencia. Si quieres estar pletórico, no te olvides de:
- Dormir bien: hay que dormir las horas que nos hagan falta, ni más ni menos. Esto depende de cada persona así que tendrás que experimentar hasta que encuentres tu punto justo. De nada sirve estar más horas despierto si vamos a estar como zombis, deseando tirarnos en el sofá a ver la tele porque no tenemos energía para hacer nada más.
- Comer bien: hay que alimentarse de forma sana y equilibrada, procurando hacer comidas pequeñas de forma frecuente a lo largo del día. Las grandes comilonas nos provocan pesadez y somnolencia. Y si no comes nada, pues desfallecerás.
- Hacer ejercicio físico: hay que hacer ejercicio aeróbico vigoroso y frecuente para aumentar nuestra capacidad cardiovascular, entre otros muchos beneficios si practicamos ejercicio habitualmente estaremos rebosantes de energía. El mejor momento para hacer ejercicio es a primera hora de la mañana, ya que activará nuestro metabolismo para el resto del día, lo que nos ayudará a mantener esa inercia (¡y nuestra esbelta figura! ;). Aunque si no puedes en ese momento, será siempre muy beneficioso en cualquier otro.
Levántate Temprano
Siempre que nos levantamos a nuestra hora, tenemos una sensación de disciplina que no tenemos cuando estamos perezosos y remolones. Levantándonos temprano nos entran más ganas de aprovechar el día, mientras que si nos quedamos en la cama más tiempo de la cuenta, si es un día de trabajo el resultado será que nos levantaremos con prisas y comenzaremos el día en un estado de frenesí y de urgencia innecesaria, mientras que si se trata de un día de descanso nos levantaremos perezosos y sin ganas de hacer mucho.
Levantarse a la hora que nos hayamos propuesto no es más que un hábito que se consigue a base de repetición. En otros artículos veremos algunos truquillos para hacer más facil nuestra vida de madrugadores.
Planifica tu Día
Es mucho más fácil conquistar el día si tienes un buen plan de cómo conseguir la victoria 😉
Los primeros 5-10 minutos de tu día deben estar dedicados a organizarte y a hacer una lista de tareas a acometer durante tu día. Evidentemente saldrán imprevistos y emergencias, pero el tener una lista de cosas para hacer evitará que pierdas tiempo posteriormente decidiendo en qué trabajar, o distracciones al estar trabajando en tal tarea y estar pensando en que tienes que hacer cual otra: como ya las tienes todas en tu lista, sabes que vas a trabajar en ellas tarde o temprano.
Primero lo Peor
Cuando estés haciendo la planificación de tu día, la primera tarea debería ser siempre la que te vaya a suponer más esfuerzo, bien porque sea más difícil, más tediosa, más larga, etc. La siguiente debería ser la segunda peor, y así hasta que la última sea la más liviana. ¿Por qué?
Porque si ordenamos nuestro día al revés, de fácil a difícil, estaremos haciendo primero las tareas más agradables y tendremos después la perspectiva de las más difíciles, lo cual nos puede llevar a querer aplazar esas tareas para no tener que hacerlas y entretenernos demasiado en las fáciles. Así, las tareas “hueso” se van acumulando de un día para otro y no conseguimos quitárnoslas nunca de encima.
De la otra forma comenzamos por la tarea más difícil en la primera hora de nuestro día, cuando tenemos más energía y podemos conseguir la máxima inercia. Afrontamos esa tarea con toda nuestra concentración, nos la quitamos de enmedio o avanzamos mucho, y la siguiente tarea es… ¡más fácil! Con lo cual en cierta forma lo veremos como una auto-recompensa: por haber hecho un trabajo duro, el siguiente trabajo es un poco más relajado y nos cuesta menos.
Así, a lo largo del día mantenemos nuestra inercia aunque vayamos teniendo menos energia, ya que las tareas serán cada vez más fáciles. En lugar de diferir las tareas vamos acometiéndolas una detrás de otra ya que cada vez nos cuestan menos, y al final del día nos encontramos conque hemos conseguido hacer todo lo que nos habíamos propuesto, ¡qué satisfacción!
Conquista la Primera Hora
La primera hora de cada día tiene que ser de concentración absoluta. Con tu planificación delante, coge la primera tarea (Primero lo Peor) y dedícate a ello con la máxima concentración. Evita distracciones aunque ello implique aislarte (apaga el teléfono, cierra el correo, durante esta hora no estás para nadie).
La primera hora es la clave para el día, ya que mantener esa inercia que hemos conseguido nos costará mucho menos esfuerzo que crearla en primer lugar. En mi experiencia además, la inercia también sirve para toda la semana, es decir, comienza fuerte el lunes por la mañana y conseguirás con menos esfuerzo una semana altamente productiva.
Conquista las Tareas Una a Una
A lo largo del día, céntrate en tus tareas una detrás de otra. Cuando te centras en una tarea, concéntrate al máximo en ella hasta que la termines, o si es una tarea extendida, durante un tiempo limitado. Utiliza para ello la técnica de Timeboxing. Las recompensas y descansos tómatelos entre una tarea y otra de tu lista.
Cierra el Día
Igual que abrir el día con energía nos proporciona la inercia necesaria para afrontar todos nuestros retos, una pequeña ceremonia de clausura al terminar el día es muy agradable ya que te da una sensación de satisfacción, de haber hecho nuestro trabajo o completado los proyectos que nos habíamos propuesto.
- Cierra cada tarea: dependiendo de tu trabajo o proyectos personales, cada tarea tendrá una etapa en la que se considerará cerrada: puede ser enviar un correo electrónico o físico, archivar un determinado documento o darle a un botón para publicar un artículo en un blog. En este punto, salvo error o imprevisto, tu labor está terminada y ya no tienes que pensar más en ello. Cada vez que cierras una tarea estás consiguiendo la satisfacción del deber cumplido, además de liberar el espacio de tu mente que se estaba ocupando de dicha tarea. ¡Una preocupación menos!
- Planifica el día siguiente: si quedan tareas sin acabar o flecos sin resolver que no es factible cerrar en ese momento, simplemente haz una lista de todas esas cosas que quedan por hacer. Vuelca todo lo que está pendiente en esa lista para que a partir de ese momento no te tengas que preocupar de ello, ya lo revisarás mañana cuando vuelvas a acometerlo.
Trabaja a Tope, Diviértete a Tope
Si consigues maximizar la productividad en tu día de trabajo, estudio o proyectos personales, observarás que habrás conseguido resultados satisfactorios en un tiempo más que razonable. Si trabajas a tope en tu tiempo de trabajo, podrás disfrutar a tope de tu tiempo libre.
Evidentemente esto depende mucho de la naturaleza de tus proyectos, a veces nuestra carga de trabajo puede ser tanta que nos intente absorber gran parte de nuestro tiempo libre, más allá del horario laboral teórico, pero aún en estos casos, siempre es mejor intentar contener las tareas en un tiempo determinado, aunque este sea más del deseable, y disfrutar del resto del día por poco que sea. En estos casos también tendríamos que replantearnos la naturaleza de nuestro trabajo, y preguntarnos si queremos trabajar para vivir o vivir para trabajar.
En cualquier caso, el hecho de terminar un día productivo y tener la satisfacción de haber dado lo mejor de nosotros mismos, nos permitirá disfrutar al máximo de nuestro tiempo libre, sin estar preocupado de los detalles de nuestras tareas, estudios o proyectos, ya que estamos tranquilos de que van a buen ritmo, y podemos dedicarnos a disfrutar plenamente de los otros aspectos de nuestra vida.
¿Y tú cómo conquistas tu día? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
Hola Miguel muchisimas gracias por toda la informacion y conocimiento que compartes.
Me resulta muy interesante todo lo relacionado con la disciplina en el dia a dia y a mi personalmente creo que me va a ayudar mucho, asi que muchas gracias!!
Queria preguntarte si la primera hora de la mañana es la mas importante y en la que debemos hacer la tarea que conlleva mas energia y dedicacion entonces en esa primera hora imagino que no esta incluido el lavarse la cara y los dientes, desayunar, maquillarse, hacer la cama etc.. porque a mi me toma una hora hacer todo eso y es lo primero que suelo hacer, tu recomendacion es hacerlo despues?? y si quisiera ir a mi clase de yoga, tu sujieres que eso lo hagamos a primera hora, entonces la primera hora del dia seria para hacer yoga pero despues de haber desayunado y todo lo demas, con lo cual estaria haciendo yoga en la segunda hora del dia no en la primera.. 🙂 eso es lo que entendido.. si me lo puedes aclarar seria genial..
Te agradezco mucho tu tiempo y tu dedicacion.
Gracias otra vez… 🙂
Hola Ailen, muchas gracias a ti por tus palabras.
No tienes que tomar la “primera hora” de forma literal, como los primeros 60 minutos que transcurren nada más levantarte, es una forma de decir que las primeras cosas que hagas en el día decidirán la inercia del día completo.
Por ejemplo, alguien que se levanta tarde y empieza el día viendo la televisión, luego tendrá más problemas para cambiar esa inercia y ponerse a realizar otras tareas más productivas.
Lo primero que haces, es decir, en los minutos literales justo cuando te levantas pueden ser perfectamente unas acciones cotidianas que te sirvan para “arrancar”, para ponerte en marcha.
Por ejemplo yo justo después de asearme, realizo 10 minutos de meditación mindfulness, y luego realizo 15 minutos de ejercicios en casa, eso quiere decir que suelo sentarme a trabajar unos 30-45 minutos después de levantarme. Esta rutina me sirve para despejarme y activarme físicamente, y contribuye a crear la inercia de productividad que procuro mantener el resto del día.
Esto lo comentaremos en más detalle en el próximo artículo que vamos a publicar, sobre rituales, donde explicaremos un procedimiento con el que cada persona podrá crearse los rituales que mejor le sirvan para generar su propio estado de ánimo que desee.
En tu caso, tú ya tienes tu ritual matinal creado 🙂 – si desayunar, maquillarte, etc e ir a tu clase de yoga, te sirve para “arrancar”, y empezar con un estado de ánimo que te permite después estar todo el día al máximo, entonces, ¡es una forma genial de conquistar tu día!