El éxito está directamente relacionado con la creación de hábitos generadores de éxito.
Cuanto mejor seas creando hábitos duraderos, más éxito tendrás en todas las áreas de la vida.
Si tienes el hábito de hacer ejercicio todos los días, estarás más saludable, vivirás más y probablemente estarás más esbelto. Si tienes el hábito de publicitar tu negocio cada día, ganarás más dinero.
Un hábito es algo que haces con facilidad y casi de forma inconsciente. No tienes que intentar hacerlo. Simplemente lo haces. Es un hábito.
Pero como suele suceder, esto no resulta tan sencillo.
La mentalidad de la vieja escuela nos dice que los hábitos se forman cuando haces algo a diario durante 21 días. Esto no va desencaminado, y está respaldado por la ciencia. A una conexión neural física le lleva aproximadamente 21 días asentarse en tu cerebro. Antes de estos 21 días, no existen conexiones directas entre las neuronas para esta actividad, así que has de poner esfuerzo en crearla. Tras estos 21 días, resulta más fácil.
¿Sí lo es? ¿Significa que si haces algo nuevo durante 21 días seguidos, el día 22 y en adelante resultará ya fácil de hacer? No.
Esto es así porque realmente existen tres niveles en la formación de hábitos por los que tienes que pasar para llegar a la parte fácil.
Nivel Uno
El nivel uno significa que quieres y eres capaz de engancharte a una actividad novedosa y regular, pero que aún resulta un esfuerzo hacerla.
La conexión neural en tu cerebro todavía no ha sido creada. Cada día que la practicas, resulta toda una lucha. No tienes ganas de practicarla y la procrastinación está en su punto más alto. Cuando la haces, no te gusta. Cuando terminas, a menudo no tienes ningún sentimiento de logro. Simplemente estás encantado de haber terminado y es entonces cuando puedes continuar con tu vida.
El nivel uno dura entre tres semanas (¡estos mágicos 21 días!) y unos cuatro meses. Depende de la persona y la actividad que esté intentado implementar como hábito.
El nivel uno es el más duro de todos, de lejos. La mayoría de la gente fracasa porque no puede gestionar el malestar de este nivel. Por eso, lo mejor es que empieces por lo básico.
Nivel Dos
El nivel dos ocurre pasadas las entre tres semanas y cuatro meses del nivel uno. El nivel dos se da cuando las conexiones neurales físicas han sido establecidas ya en tu cerebro, y estás tanto física como psicológicamente “cómodo” mientras realizas la nueva actividad a diario. Ya no es una lucha para realizarla consistentemente. Se convierte en algo normal y regular de tu rutina diaria.
Cuando realizas tu nuevo hábito, te sientes realmente bien con ello y tienes un fuerte sentimiento de logro. Tu autoestima sube unos cuantos peldaños.
No obstante, puede que necesariamente aún no te guste hacerlo. Si surge un problema en tu agenda, lo anularás sin pensarlo dos veces, y puede que incluso estés agradecido de haberlo hecho. No lo evitarás a menudo; es todavía un hábito y lo harás la mayor parte del tiempo. Es simplemente que no es algo por lo que te estés muriendo de ganas de hacerlo.
Nivel Tres
Tras un año (o quizás un poco más) de realizar tu nuevo hábito de forma consistente, entras al nivel tres. El nivel tres es cuando el nuevo hábito se convierte en una parte de ti. Ya no lo ves más como algo que deba ser hecho para alcanzar un resultado particular. En lugar de eso, es ahora simplemente una parte necesaria de tu vida.
Sabes que has llegado al nivel tres cuando te sientes raro si no haces tu actividad ese día. Tiendes a hacer lo que sea para asegurarte de que haces tu nuevo hábito todos y cada uno de los días (o cerca de eso) para no sentirte raro o “desconectado”.
No solo te gusta hacer tu hábito, sino que tu cuerpo y tu mente te impelen a ello. Debes hacerlo.
Si tienes muchos hábitos de éxito creados en el nivel tres, tendrás éxito. Simplemente, no puede ser de ninguna otra manera.
Sin embargo, esto significa que has de poner muchos hábitos en el proceso de tránsito por los niveles uno y dos.
Un Ejemplo
Aquí tienes un ejemplo de mi vida. Hace bastantes años tome la decisión de empezar a hacer 20 minutos de ejercicio duro de cardio al menos cinco días a la semana.
El objetivo tras esto no era perder peso (porque el ejercicio no ayuda a perder grasa corporal, como mucha gente piensa, viene sobre todo de lo que comes). Lo que quería es estar más saludable y vivir una vida más larga y feliz.
Fui a mi garaje, desempolvé mi vieja bicicleta de ejercicio que prácticamente nunca había utilizado, y la llevé dentro de casa. Cada mañana durante cinco días a la semana, me forcé a mí mismo a ponerme unos pantalones cortos y una camiseta nada más levantarme, poner un cronómetro a 20 minutos, poner a toda leche un poco de mi música heavy metal, y pedalear esta estúpida bicicleta hasta que el cronómetro terminase.
Lo odiaba. Empujarme a hacerlo era un auténtico dolor de culo. Me rompió por completo mi rutina matinal. Odiaba acabar sudado. Simplemente quería despertarme y darme una buena ducha. Estaba profundamente anclado en el nivel uno.
No obstante, perseveré. Tras unas cuantas semanas, me fui desplazando lentamente hacia el nivel dos. Hacer 20 minutos de bici ya no resultaba tan duro. Era algo sencillo. Todavía no me encantaba. Todavía deseaba no tener que hacerlo, pero hacerlo ya no resultó más una gran dificultad.
Unos cuantos meses después, sabiendo que resulta más fácil crear un hábito si lo haces siete días a la semana en lugar de cinco, empecé a hacer 20 minutos de cardio cada día, siete días a la semana, a menos que tuviese una mañana muy inusual. Algunos días incluso hacía 30 minutos en lugar de 20, simplemente para “entonarme”.
No sé cuándo entré en el nivel tres. Creo que me llevó sobre un año y medio de estar a diario con los 20 minutos de bici. Hoy en día, estoy encantado de decir que estoy bien asentado en el nivel tres de este hábito particular. No solo lo hago a diario, sino que realmente estoy deseando hacerlo. Si por alguna razón mi programación es realmente extraña esa mañana y no lo hago, me siento un poco… extraño. Solo un poco. Normalmente en estos raros días, haré bici durante 20 minutos un poco más tarde a lo largo de la mañana o por la tarde temprano, de forma que me pueda sentir “normal” de nuevo.
Este hábito está ahora permanentemente implantado en mi ser. Y como resultado, viviré más tiempo, más feliz y experimentaré menos problemas de salud a lo largo de toda mi vida. El dolor de atravesar los nivel uno y dos mereció totalmente la pena.
Tu meta debería ser llevar varios hábitos generadores de éxito al nivel tres. Tras ello, el éxito es fácil.
Artículo original: The 3 Levels of Habit Formation por Caleb Jones.
Traducción: Luis Bermer
Hola que tal .
Quiero comentarte que me gustó mucho tu libro ” tus zonas de éxito ” aprendí un montón de cosas , te agradezco mucho . Y el de los 3 niveles también, por lo poco que leí… muchas gracias
Hola Darling,
Muchas gracias por tus palabras, me alegra que te hayan gustado tanto este artículo como nuestro libro.
Un abrazo y hasta pronto!